Las "estrellas fugaces" son en realidad pequeñas partículas de polvo, de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La nube de partículas resultante (llamados meteoroides), debido al deshielo producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por nuestro planeta en su órbita alrededor del Sol.
Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos (en realidad el brillo se debe a la ionización del aire a su alrededor) que reciben el nombre científico de meteoros.
La fricción atmosférica es capaz de quemar meteoros de hasta varios kilos. No obstante, si una partícula es demasiado grande, puede no desintegrarse en su totalidad y alcanzar la superficie de la Tierra. El meteoro recibe entonces el nombre de meteorito. Nuestro planeta está recibiendo constantemente meteoritos de tamaño microscópico y mayores.
Los meteoros o estrellas fugaces se pueden observar en cualquier noche despejada, aunque en determinadas noches del año son más abundantes (lluvias de meteoros ). Esto ocurre porque nuestro planeta, en su movimiento de traslación en torno al Sol, se encuentra con ingentes cantidades de polvo en determinados puntos de su órbita, barriendo literalmente a aquellas partículas que se encuentran en su recorrido, y que son las que vemos entrar en la alta atmósfera.
Por efecto de perspectiva, todas las trayectorias de las diferentes estrellas fugaces convergen en un punto del cielo llamado radiante. La constelación donde se localiza el radiante da nombre a la lluvia. Así, el radiante de las Perseidas se localiza en Perseo, mientras que para las Gemínidas estará en Géminis.
Las Perseidas, en España se conocen como "Lágrimas de San Lorenzo" ,
los días de máxima actividad, se produce en las noches del 11 y 12 de agosto
La Tierra, en este momento (10 octubre 2016), está atravesando la cola del cometa Halley. Puede sonar algo raro, pero ocurre cada año por estas fechas. En realidad, este acontecimiento es lo que permite que, desde hace unos días y hasta el 7 de noviembre, caiga del cielo una hermosa lluvia de estrellas rápidas y brillantes, las Oriónidas, menos conocidas que las Perseidas.
Lo cierto es que la mejor observación se producirá la noche del 20 al 21 de octubre, con 23 meteoros por hora, y se extenderá varios días seguidos. En ese momento, nuestro planeta atravesará la parte más densa de la cola del cometa, pero entonces nos encontraremos bajo la luz de la luna menguante, lo que puede perjudicar la observación.
Consejos para aprovechar al máximo este fenómeno espacial
-Elegir bien el lugar de observación, lejos de las zonas urbanas y de la contaminación lumínica y con el horizonte despejado.
-Consulta la previsión del tiempo, para asegurarte que el cielo está despejado
-Asegúrate que esa parte de cielo está libre de obstáculos como edificios, montañas o árboles.
-Ten paciencia: Aunque resulte obvio, no verás decenas de estrellas fugaces por minuto, por lo que te recomendamos que esperes y disfrutes.
-No utilices prismáticos ni telescopios, ya que el fin de estos instrumentos ópticos es ampliar una pequeña parte del cielo, y lo que se pretende es abarcar todo con la vista para detectar las estrellas fugaces.
-No olvides llevar ropa de abrigo, algo para picar y una manta o hamaca para tumbarte. Recuerda que la temperatura nocturna suele descender unos 15 grados con respecto a la diurna.
-Conoce el radiante: Se trata del punto desde el que surgen los meteoros bajo nuestra perspectiva. Los meteoros serán más largos y duraderos conforme te alejes de dicho punto. Para localizarlo, extiende el brazo y con la mano abierta pon el pulgar hacia el radiante, el dedo meñique te indicará a partir de donde debes empezar a mirar.
-Lleva trípode, temporizador y cámara fotográfica de buena calidad si deseas inmortalizar las estrellas fugaces; Los expertos señalan que con un ISO 400 y el máximo tiempo de exposición lograrás capturar alguna de las estrellas fugaces. Si decides dejar el obturador abierto durante unos minutos, conseguirás unos bellos trazos estelares con meteoros en movimiento.
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